jueves, 25 de febrero de 2010


















Hizo caso omiso "el Niño Mimético" de la respuesta de Alicia y exlcamó con gran entusiasmo:
-¡Ya le he contado a Alicia quién eres tú!
-¿Y qué es lo qhe le has dicho?
-¡Que eres nuestra mamá!
Oírlo Alicia y saltársele las lágrimas fue todo uno. ¡Oh, Dios!, ¿cómo desengañar a esas criaturas abandonadas?
Dominando su emoción, Alice Gould preguntó con mucha dulzura:
-Dime, Rómulo, ¿cómo lo has adivinado?
-Porque tienes en la oreja el mismo bultito que yo y porque te llamas igual que mi hermanita.
-¿Sólo por eso lo has adivinado?
-Y porque tú no estás mala como los demás. Y has venido aquí para estar con nosotros. Y también porque te gusta que yo sepa escribir, y porque te quiero mucho.

Los renglones torcidos de Dios


1 comentario:

  1. ¿Te va gustando el libro?
    Yo ahora me estoy leyendo "Tengo ganas de ti" de Federico Moccia. La verdad es que está bastante bien :)

    (K)

    ResponderEliminar