miércoles, 30 de marzo de 2011

Desde este instante queda prohibido pensar. Nada de reflexiones oscuras, miedos innecesarios, temores infundados que te arañan el alma. Si no eres capaz de desprenderte de ellos, al menos déjalos guardados bajo siete llaves en una taquilla en lo más profundo de tu mente. De nada te servirán al sitio donde vamos.

Aquí aprenderás a guiarte por tus sentidos, moverte por tus intuiciones, al son del latido unísono de vuestros corazones encendidos. Tus manos recorrerán la senda inherente en sus curvas, siguiendo el mapa dibujado en sus pupilas.

Ojos huidizos, sonrisas traviesas. Labios que se entrelazan, salivas que provocan maremotos. Párpados cerrados que rompen las barreras físicas. Todo reservado para ti.

Sentirás un agotamiento placentero, te moverás en un vaivén estático, jugando a un juego sin reglas. Serás un devoto ateo, tocarás las cuatro esquinas del mundo al mismo tiempo, entenderás la riqueza de la nada. Subiréis al Cielo envueltos en los calores del Infierno.


Todo esto y más te espera allí. Como ves, es una oferta suculenta, mucho a cambio de muy poco. Dime pues, ¿estás dispuesto a aceptar el reto?

-¿Cuándo sale mi avión?


















Él abrió los brazos.
-Bueno... ¿me das un abrazo?
Ella se lanzó a sus brazos y se apretujó junto a él.







...Y la música empezó a sonar...

viernes, 28 de enero de 2011




Si no luchamos por lo que otros creen imposible nunca lograremos lo impensable




¿Un tópico? Quizás. ¿Una frase simple y facilona? Sí, puede ser. ¿Una de las tantas que circulan por los blogs de idiotas banales y/o pequeños aspirantes a filósofo? Sin duda. Pero lo cierto es que... también es una de esas frases que todos deberíamos recordar de vez en cuando.